UNA HORRIBLE PERO GENIAL CASUALIDAD. Capítulo 14.
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La historia de Ángela.
La
marcha seguía en el Cocoa Pub. Todo
el mundo lo estaba pasando en grande. En la barra los vasos de bebida iban y
venían sin parar. Los camareros y camareras del establecimiento preparaban
cócteles, cubalibres, refrescos…
Ángela y
Beth llegaron a los asientos donde sus amigos descansaban.
-¡Menuda
noche!- Decía Camila.
-Nos la
merecemos. Tenemos que empezar el año con buen pie.-Decía Meryl guiñando el
ojo.
-¿Dónde
están Danny y Estrella?- Preguntó Ángela.
-Han ido
a por bebidas para todos.- Contestó Camila.
Al fin
llegaron los dos con los vasos. Los repartieron y los alzaron.
-Por
comenzar un buen año 2014…-Decía Danny.
-¡Y porque
todos sigamos tan unidos como siempre, hasta el fin!- Gritó Camila.
Y
juntos, los seis amigos chocaron sus vasos de tubo, que derramaron un poco de
su contenido.
Ángela bebió y sintió ardor en su paladar. Estaba bueno, aunque
un poco fuerte. La cara se le recalentó un poco. Sería mejor salir fuera un
poco para que le diera el aire. Se puso su abrigo y salió por la puerta de cristal.
Se apoyo en la pared, inspiró y espiró profundamente. Se sentía bien. Al poco
tiempo, alguien abrió la puerta del local. Un chico con un tupé negro y rizado
apareció con un abrigo de paño. Se quedó sorprendido al verla.
-Vaya,
otra vez nos encontramos- Dijo con una voz gentil- parece que estamos
coordinados.
-Eso
parece.- Decía Ángela sonriendo.
Poco a
poco una conversación entre ellos se abría, sin los dos jóvenes enterarse.
-Y…bueno…
¿eres de aquí?-Le decía mientras sus ojos color miel se posaban en los suyos.
-Soy de Bantrox. Está aquí al lado.
-Oh si
lo conozco. Yo vivo aquí en la ciudad. Hay mucha diferencia…por cierto, ¿Cuál es
tu nombre?
-¿Qué te
hace pensar que te lo voy a decir?
-Me has
dicho donde vives, quien sabe a lo mejor voy a tu casa y te secuestro…
Ángela
se quedó muy parada, lo que hizo que el chico se avergonzase y soltase una
sonrisa. Una preciosa y sensual sonrisa.
-Perdona.
No soy mala persona. No soy como esos chicos que encuentras en la calle que te
silban y te sueltan un piropo brusco… Simplemente busco conocer gente.
-No, no
tienes por qué disculparte. Yo siempre me muestro tímida y vergonzosa con las
nuevas amistades. Me llamo Ángela.
-Soy Bradley.-
Dijo ofreciéndole su mano. Ángela posó la suya encima de la mano de su nuevo
amigo, y este la besó.
-¿Crees
que vas a ligar conmigo?
-Ya te
lo he dicho: no voy ligando con chicas, solo quiero hacer amigos.-Le advirtió
cariñosamente.
El chico
se veía amable y no parecía querer hacerle daño ni nada de eso. Además el rato
que estuvieron hablando, le pareció un joven cercano y amable.
-Creo
que voy a entrar ya Bradley…mis amigos me estarán esperando…
-¡Espera!
¿Podrías darme tu número de teléfono?
¡Pero
qué grosero! ¿Por qué una chica como ella iba a darle su número a un chico como
él: era un desconocido, que a primera vista parecía amable pero que a la vez
era monísimo, encantador…¡y que le había besado la mano como un caballero!
-De
acuerdo, dame tu móvil.- Y Ángela tecleó hasta completar su número.
-Espero
verte pronto, Ángela.- Y Bradley le guiñó el ojo.
-Lo
mismo digo, Bradley.- Y Ángela le mostró una cordial sonrisa. Automáticamente
se metió en el Cocoa Pub y
desapareció tras la puerta ante la mirada del atractivo Bradley.
La noche
finalizó muy bien y a eso de las seis y media de la madrugada los chicos
abandonaron el local, sin una de las chicas imaginar que se enamoraría.
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