UNA HORRIBLE PERO GENIAL CASUALIDAD. Capítulo 16.
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La historia de Estrella.
La mañana
comenzaba y las chicas se pusieron a desayunar. Una vez que Estrella terminó,
se levantó, cogió su móvil, miró las cosas que tenía y se volvió a sentar con
sus amigas.
-¿Qué te
pasa? – Preguntó Meryl a su amiga.- Te has puesto de repente muy seria.
-Nada, solo
es cansancio.- Dijo Estrella intentando disimular.
-¿Por qué no
vamos a dar una vuelta?- Propuso Camila.
-Sí, vamos.-
Dijeron Beth y Ángela.
Las chicas
entonces empezaron a dar un paseo por el camping. Meryl se volvió a acercar a
Estrella y le preguntó lo mismo que hace unos minutos.
-Nada, solo
ha contestado.- Dijo Estrella con pocos ánimos.
-¿Y qué ha dicho?-
Preguntó entonces Meryl.
-Nada que no
supiera.- Dijo esta un poco pensativa.- Si es que ya lo sabía.
-¿Pero qué
sabías?- Decía Meryl si enterarse bien todavía.
-Que no le
iba a gustar, que ya tendría a alguien.-Dijo Estrella un tanto alterada.-
Vamos, lo lógico, que me iba a rechazar.
Entonces
Estrella les enseño a sus amigas la conversación una a una. Sus amigas le
dijeron diversas opiniones al respecto pero Estrella no sabía ni que pensar,
así que disimuló todo lo bien que pudo y siguió el día con la máxima normalidad
hasta que por la noche llegó a su casa.
Mal plan
después de esto estar en su casa sin sus amigas, sabía perfectamente lo que iba
a pasar. Los pensamientos la inundaron y por cada recuerdo una lágrima nueva
que salía de los ojos de Estrella. No entendía nada, y a su pesar tampoco
quería entenderlo.
La
contestación del chico rondaba en su cabeza una y otra vez, y se echaba las
culpas a sí misma de lo ocurrido, ya que había tardado demasiado tiempo en
reaccionar, pero aun así seguía sin asimilar todo lo ocurrido.
El verano
fue pasando, Estrella se animó un poco, pero aun así había noches en que los
pensamientos volvían a abrumarla y caía otra vez en picado. A pesar de todo, a
pesar de que Allan le había rechazado, ella no podía olvidarle, y más bien no
quería porque seguía sin entender aquella contestación y sin encontrarle mucho
sentido.
Entonces ya
podéis entender la situación de Estrella, ya podéis saber a que se deben esos
nervios, y a porque no quiere entrar a clase. Porque sabe a la perfección, que
el 15 de Septiembre lo volvería a ver y un “No eres fea, pero no me gustas,
pero tengo novia…y eso” volvería a la cabeza de Estrella de inmediato para borrarle la sonrisa que poco a poco había conseguido sacar.
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