La historia de Camila.

Las clases se habían convertido en lo mejor para Cami, ¡va a verlo! Se levantaba todos los días con una sonrisa de oreja a oreja, aunque hubiese dormido solo 5 horas por hablar con él.
Cuando se dió cuenta de que le gustaba no dudó en contárselo a sus amigas. Ellas la apoyaban y también observaban a Finn para ver si le gustaba Camila o era solo una buena amistad.
Cami y Finn se pasaban muchas clases mirándose mutuamente... un cruce de mangas, un "¡¿que miras?!" dicho con desprecio en voz baja, un guiño.... ¡¿qué?! ¡¿un guiño?! Sí, Finn le guiñó el ojo. Puede que fuese una tontería pero ella ya tenía felicidad para todo el día. En los cambios de clase se peleaban, se insultaban... mientras algunas veces solían escuchar "dejad el tonteo" o comentarios parecidos que provenían de sus compañeros. "¿Tonteo? ¿Con este? ¡Jamás!". O eso es lo que decía.
Cada vez se sentía mejor con él y todos afirmaban que se gustaban. "Prefiero pensar que no le gusto y luego llevarme una sorpresa" pensaba, ya que no quería más desilusiones. Cami y sus amigas comenzaron a salir por las tardes con otros dos chicos de su clase, Frank y Danny, y con Finn. Le encantaba pasar el tiempo con él, así que, ¿qué mejor manera que pasar más tiempo con él que quedar para estudiar? Y así lo hizo.
La tarde siguiente Finn llegó a casa de Cami a estudiar, ya que estaba sola hasta las tantas de la noche. No se tomaron muy en serio lo de estudiar y pasaron más tiempo hablando de música y otras cosas que de historia. Comenzaron a pelearse, como solían hacer, pero ya hasta utilizaban los cojines como arma. Terminaron uno encima del otro y.... pasó. Se besaron. No se lo podía creer, ¡es lo último que se habría imaginado! Esa noche la sonrisa de Cami ocupaba todo su rostro, su sonrisa y sus mofletes rojos provocados por algún que otro mordisco.
Pasaron unos días y Cami habló con Finn: "¿Tú me querías besar?" "Sí" "Yo también". No se lo podía creer, era un sueño que se hizo realidad. Pero no, no comenzaron a salir como ocurre en todas las peliculas de amor perfectas que siempre nos cuentan. Quedaron en conocerse poco a poco para no precipitarse, y así lo hicieron. Pero he de admitir que cuando estaban solos siempre había algún que otro beso... parece que todo era perfecto ¿verdad? Pues no. Llegó el verano y con él, el fin de todo esto... por ahora.