UNA HORRIBLE PERO GENIAL CASUALIDAD. Capítulo 21.
3:59La Historia de Ángela.
El 1 de
Enero se presentó lluvioso en todo el país. Según las noticias un temporal se
aproximaba a la Península, y dejaría a su paso nieve en el Norte y lluvia en el
Sur. La chica del tiempo recomendaba a todo el mundo quedarse en sus casas.
Desde el sillón del sótano, Ángela observaba el vestido de la chica que
explicaba con todo detalle las temperaturas de los próximos días. En el sillón
de la izquierda, Gadea, su madre, tejía
una bonita bufanda granate para su suegra.
-¿Qué
tal la fiesta? ¿Lo pasasteis bien?- Preguntó su madre.
-Sí,
bastante bien.
-¿Se fue
Vero muy tarde?
-La
verdad es que no la vi en toda la noche. Había mucha gente en el Pub y no pude
ni despedirme.
-Bueno
seguro que se fue antes que tu.
-Seguro…
Ángela
pensaba en el chico que conoció aquella noche. Era bastante atractivo, y no
esperaba que le diese su número de teléfono. La verdad es que ningún chico se
había comportado de esa manera con ella: siempre era muy cortada y la verdad,
no le había llamado la atención ningún joven de su instituto.
De
repente, su móvil emitió un pitido. Era un mensaje de WhatsApp. Desbloqueó la pantallita, pulsó el icono de la aplicación
y observó que Bradley le había escrito.
“Se ha
acordado de mí...”, pensó.
-Hola.
¿Qué tal?-Preguntó Bradley.
-Pues
bien. –Contestó Ángela poniendo una carita sonriente al final de la frase.
-¿Cómo
te fue la noche?
-Pues lo
pasé genial. Tuve un buen comienzo de año. ¿Y tú?
-Al
principio me estaba aburriendo, pero apareciste tu en dos ocasiones y la noche
mejoró muchísimo.
-Si
estas intentando ligar conmigo vas mal encaminado.
-Jajajaja
¿cuántas veces te lo tengo que repetir? Sólo quiero conocer a gente. Creo que
me lo voy a poner de estado en WhatsApp.
-Espero
que sea así.
Los dos
entablaron una larga conversación. Ambos se dieron cuenta de que tenían algunas
cosas en común. Para empezar, ambos eran muy fans de One Republic, y se conocían todas sus canciones. Les gustaba el
surf, aunque Ángela no lo practicase. Además ambos habían tenido ocasión de
visitar Praga. Por último les
encantaba la comida hindú.
-Pues podríamos quedar e ir a comer a un
restaurante hindú que conozco. Es buenísimo, de los mejores que he probado.- Le
propuso Bradley.
-¿Me
estás pidiendo una cita?
-Oye
creo que estás paranoica con el tema de ligar. Sólo quiero que ya que tenemos
cosas en común podamos ser amigos…
-Jajajaja
¡Es broma!- Contestó Ángela con un emoticono que lloraba de la risa.- Estoy
encantada de que me invites a comer. Cuenta conmigo.- Finalizó con una carita
que guiñaba.
-Perfecto,
te espero mañana en la parada del bus.
-Ok.
-Son las
siete… ¡LLEGO TARDE AL RESTAURANTE DE MIS PADRES!- Exclamó Bradley.
-Jajajaja
¡corre tardón!
-Hablamos
mañana ¿Ok?
-De
acuerdo.
-¡Adiós!
-¡Bye!
Ángela
se quedó pensando un momento. “Bueno es muy simpático, quizás solo quiera que
seamos amigos. Debería de creerle al fin y al cabo me beneficiaría tener más
amigos…”
Pulsó la
foto de perfil de WhatsApp de Bradley. Frente a ella, el chico de tupé rizado
le sonreía mientras acariciaba a un perro. Sí, era mono. Pero no estaba
enamorada de él, sólo era un amigo.
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