Historia de Meryl.
No sabÃa quien era, como era, si le gustaba la noche el dÃa, el blanco o el negro.. no sabÃa absolutamente nada, sin embargo, por mucho que el lo negara, Meryl no podÃa concebir otro daño que el que ya le estaba haciendo. Se preguntaba porque esa forma de actuar tan absorbente que la dejaba sin aliento en momentos, dejando diminutas partÃculas, dejando un silencio con sabor a más..dejando una huella que la orilla del mar borraba antes de poder verla.
Una huella que podrÃa pisar la noche del próximo sábado a las 12 de la noche en el parque trasero de su casa.