La historia de Meryl.

 Octubre, hacía unas semanas que el instituto había comenzado.El principio estaba siendo algo caótico, varios conocimientos se habían quedado en el aire y no querían regresar por nada del mundo. Por lo demás todo estaba como siempre..o eso suponía Meryl...

Ese día, comenzaban  la segunda hora de la mañana y Ángela había faltado ese día al instituto porque no se encontraba bien. Tocaba griego, y Remedios, la profesora de la asignatura, tenía la manía de sentar delante a cualquier persona que se escondiera en las filas de atrás si notaba un solo hueco vacío en las de delante. Meryl estaba sacando las cosas de la mochila cuando un chico fue obligado a colarse  en la mesa de al lado. Esta notó una extraña sensación antes de girarse y mirar al chico, que, por muy raro que pareciese, conocía.

Fue entonces cuando la miró y la chica quedo petrificada y casi sin habla, fue unos segundos dentro de sus inmensos ojos grises, dentro de aquel mundo paralelo que se había creado, en el que habitualmente vivía. Tragó saliva y como una estúpida saludó amablemente, su voz pareció la de una típica niña buena que no había roto plato en su vida y..quizás era lo cierto, pero no se tenía por ese tipo de persona. Él sin embargo, le sonrió, era la primera vez que lo veía hacer eso, una sonrisa malvada, sexy, misteriosa, pícara... pero no saludó, solo dijo:

-Creo que de aquí en adelante este sitio lo ocuparé yo.